viernes, 25 de mayo de 2007

Crónica deportiva

Como buen amante del fútbol, juego en un par de ligas de aficionados: Una municipal con amigos de Sabadell los fines de semana y otra de lunes a jueves con los compañeros de trabajo. En mi empresa tenemos un boletín mensual en el que los trabajadores pueden enviar escritos: recomendaciones (de libros, pelis, música, restaurantes,etc), recetas, explicar un día laboral...yo como miembro del equipo de la empresa suelo escribir la crónica de alguno de los partidos del mes. El mes pasado gané el premio que suelen otorgar a los participantes por mi crónica futbolera y mi recomendación de la película 300. Aquí os pongo el relato del partido de ayer,que tuvo lugar contra los líderes de la liga.

“Hoy es un día para la épica” Esas fueron las palabras de nuestro capitán mientras íbamos rumbo al partido. No le faltaba razón, nos enfrentábamos a los líderes, los cuales no habían perdido ni un sólo encuentro y además lo hacíamos en inferioridad de condiciones. Las bajas se habían cebado con nosotros esta semana. Bien por enfermedad o por asuntos personales, el número de jugadores se redujo a un equipo sin cambios.

Llegamos al Géminis con antelación. Risas, bromas en el vestuario…un ambiente distendido que nada tiene que ver con la concentración previa a un partido. Esperábamos en la banda a que quedara libre la pista donde iba a tener lugar el match. Entonces empezaron a ver pasar jugadores rivales…1,2.3…y así hasta hacer una decena.10 contra 6. Este hecho habría desanimado a cualquiera. A nosotros no y todavía menos a nuestro capitán: “Venga chicos, hoy ganamos”. Dijo con una confianza contagiadora.

Pitido inicial, los primeros compases fueron tal y como presagiaban los contrarios, los cuales pensaron que iba a ser un paseo militar. Un gol tempranero suyo les indujo a continuar pensado así. Grave error. Nuestro equipo, bien plantado en el campo tardó poco en demostrarles que se equivocaban. Una jugada rápida, tres pases y pam! El primer gol nuestro. Ellos se rieron. Un suplente le gritó al portero en tono festivo: “con que ibas a terminar con la portería a cero”. Nada, ellos siguieron pensado que era coser y cantar. Un contraataque rápido a cargo de nuestras balas Dani y Fran acabó significando el segundo: 1- 2. Las caras de los rivales empezaron a cambiar. Miraban su banda, 3 cambios, miraban la soledad de la nuestra y no entendían nada. Empezaron a apretar el acelerador y lo único que consiguieron fue chocar más deprisa contra nuestra muralla defensiva. Jugaban con tanta intensidad que cometieron falta tras falta…y de una de ellas nació el tercero. Cuelgue a la olla, peina un compañero y chute de otro, despeje del portero, el balón cae a pie de un compañero y gol. El tercero. Los nervios y las iras empezaron a florecer en los verdiblancos. Somos los primeros!, debieron pensar. Poco más y final de la primera parte.

Sorprendidos y enojados empezaron la segunda parte como si estuvieran perdiendo la final de la Champions. Aumentaron aun más la intensidad de sus entradas y disputas del balón. Nuestro equipo aguantó tanto sus ataques como sus golpes. En una de las faltas inventadas por el árbitro nos marcaron el segundo. Pero cuando ellos pensaban que ya nos tenían a tiro y flaqueábamos les contestamos con nuestro cuarto gol. En ese momento llegamos a soñar con la victoria. Podíamos ganar. Desgraciadamente los errores arbitrales no ayudaron y aunque no fueron decisivos, si fueron determinantes. Ellos jugaban al límite y muchas faltas a favor no fueron pitadas. Sin embargo a ellos si les favorecieron en este aspecto, quizás por las acaloradas protestas que recibió por parte de ellos, al árbitro intimidado por los gritos, dejó de pitar faltas a favor y si en contra. Jugaron como si les fuera la vida, si nosotros hubiéramos jugado igual habríamos salido del campo a hostias. El gol del empate a cuatro vino por un doble penalti de una falta inexistente. El quinto fue una consecución lógica del cansancio. Sin cambios, aguantamos como pudimos mientras veíamos como el rival usaba a sus tres suplentes para refrescar todas las líneas. Casi conseguimos el empate por la pillería de Dani, el cual chutó desde el saque de centro al ver que el portero se había acercado al borde de su área a bromear con los suplentes.

Perdimos. Sin embargo salimos contentos del campo, orgullosos de haber luchado en inferioridad de condiciones y haber rozado el éxito. En junio tenemos la oportunidad de la venganza: jugamos contra ellos la copa.

9 comentarios:

Àngel Ortuño dijo...

Yeeep qué pasa hermano! xDDDD

Anda que ... mira que hacer un blog y no decirlo a nadie! Aiiins!

Pues nada, mucha suerte en las andaduras, a ver si sobrevives a la leonera :D

Saludos!

PD: Podrías poner que se pudieran poner comentarios de gente con cuentas no-google?

Pokeviktor dijo...

Ahora haré una comparación que quizás jamás debería llegar más allá de los extramuros del presente blog: veo que tanto en fútbol como en ajedrez pasa lo mismo en cuanto al hecho de confiarse del contrario.

Debo reconocer que muchas veces no he ido con "plenas facultades" a alguna partida dominical de ajedrez (y cuando digo "sin plenas facultades" quiero decir "venido directamente de la fiesta del sábado sin pasar por casa y con alguna copilla de por medio") y mis contrincantes, generalmente arrastrando 10, 20, 30 o 40 años más que yo, siempre me preguntaban antes o durante la partida (durante una partida de ajedrez se puede hablar, ya sea en un descansillo o en tiempo propio) cómo es que tenía tan mala cara y, al decirles la verdad, su juego se volvía mucho más manso y retaguardado... y al final se encontraban con una partida que habían perdido por ir de listos y pensar que el alcohol y el cansancio pueden afectar a una partida de ajedrez, cuando más bien es al revés: contentillo y cansado sólo puedes tener la mente en una cosa, y si esa cosa es el ajedrez puedes jugar incluso mejor de lo normal (demostrado a mí mismo).

La motivación frente a un enemigo confiado puede ser la clave de la victoria o de la derrota psicológica del rival.

SilentSei dijo...

AOJ:
Juas, es que soy así de feliciano XD, pero tienes razón, si eso abriré un hilo ya sabéis donde ;P.

Ya está arreglado lo de los comments, ahora debería poder escribir cualquiera, tenga cuenta o no.

POKE:

La confianza en las competiciones es fundamental. Sin ella, juegas intranquilo, nervioso, sin la mente clara y tus acciones se vuelven imprecisas. Mientras que si tienes un exceso caes en la relajación y el menosprecio del rival.

Ellos nos menospreciaron y casi se llevan un susto. El problema (para ellos) es que como ganaron no aprendieron la lección. Además de que no sabían perder y eso es algo imprescindible para saber ganar.

Anónimo dijo...

Lamento estar recien revantado y aun en la transicion de los mundos de yuppie y la vida real, en otras circunstancias me habria leido el tochazo sobre futbol, tema que no me suele interesar xDD

Suerte y animos con el blog!

Anónimo dijo...

Jurl, dile a Molondro que te retoque el módulo de ortografía que eso de "confianza contagiadora" me ha matao xDDDDD

Felicidades por tu blog, trataré de leerte de vez en cuando, como haces tú con el mío ;-)

SilentSei dijo...

Neostal...digo Marcos. Se le denomina "licencia literaria", término que va de muerte cuando quieres inventarte palabras que no existen XD

Gracias majo, sobretodo por el tráfico de influencias ;P

Pokeviktor dijo...

Silent, tú no tienes derecho alguno a utilizar ninguna licencia literaria... más que nada por la pifia que te comenté en tu anterior artículo xD

SilentSei dijo...

Será...es mi blog y me lo licencio cuando quiero XD

Anónimo dijo...

JAAAAAAA!
xDDDD